martes, 28 de septiembre de 2010

El jardin de las flores secas. Septima entrega. Version 2

Capitulo 7
Con la nueva información que había obtenido sobre mi familia y sobre todas las cosas que habían pasado decidí después de unos mese volver a ver a Catalina, la extrañaba y además tenía la excusa perfecta para dejar el trabajo por unos días que era la siguiente: El baile del Gushtuñobe.
Este baile es una celebración que se hace cada año en la capital en la cual le rinden tributo a los ángeles inmortales, como yo. Yo nunca voy a esa reunión porque me parece una actitud muy aprovechada de parte de algunos inmortales que piensan que por ser lo que son se convierten en una raza de sangre pura, o algo parecido. Será interesante ir por una vez a una celebración como esa, me pregunto cómo reaccionaran al verme en ese lugar, de seguro quedaran sorprendidos.
Entre a mi habitación la noche antes del viaje y arregle mi maleta, esta vez un poco más grande porque me hiba a quedar en el castillo por mucho más tiempo porque la celebración del Gushtuñobe duraba en total una semana y media. Guarde en mi mochila mis implementos personales incluyendo mi reproductor de música y unas navajas de las cuales nunca me separaba, eran totalmente negras con unos diseños de serpientes dibujados en relieve en el mango.
De esa manera al siguiente día partí de regreso al castillo, esta vez el viaje fue mucho más corto porque sentía como mis piernas daban pasos más amplios y rápidos por la urgencia que tenia de verme con mi amada. Cuando llegue al castillo los de seguridad me reconocieron de inmediato y me dejaron entrar. Pase más o menos trotando todo el jardín que se extendía a mis pies hasta que llegue al salón del trono donde se encontraba la reina.
- Catalina.- Dije yo con una enorme sonrisa que me llegaba hasta las orejas, en cerio creo que me veía muy mariquita, o peor muy drogado. Ella avanzo rápido hacia mí y nos fundimos en un eterno abrazo, ahora nos sentíamos completos, se notaba en el ambiente cuanto nos amábamos y necesitábamos.- ¿Porque los de seguridad no me preguntaron tantas cosas como la anterior vez?- Pregunte mirándola tiernamente a los ojos.
- Les pedí que te dejaran entrar cuando vinieras, que no era necesario dejarte esperar a la entrada del castillo.- Ella se alzo un poco de puntillas aun en mis brazos y me beso con ternura, cerre mis ojos complacido por el beso que siempre teníamos. En mi rostro apareció una media sonrisa picara y la mira a los ojos.
- Te extrañe mucho Catalina, no puedo creer que tenga la oportunidad en este momento de estar de nuevo junto a ti.- Jugamos rozándonos las narices y haciéndonos cosquillas con nuestras puntas de los dedos.
- Yo también te extrañe mucho, por esa razón he preparado algo muy especial para nosotros esta noche.
- Solo me podría imaginar una cosa que yo podría hacer en las noches con una mujer hermosa.- Ella se sonrojo y al mismo tiempo se rio.
- Que horribles son tus pensamientos atrevido.- Dijo aun riéndose un poco.- Hablaba de algo más normal, como una cena a la luz de la luna, al aire libre, con velas, vista a un claro.
- Totalmente perfecto.- Dije yo susurrándole al oído sabiendo las reacciones que le daban a ella cuando hacia ese gesto. Nos quedamos un rato muy corto hablando y luego Cata me condujo hasta un dormitorio de huéspedes que era más grande que el dormitorio en el cual había estado la anterior vez, pero tenía la misma decoración que el anterior. Ella me dio tiempo para acomodarme en el lugar y me mostro donde nos reuniríamos aquella noche para celebrar mi llegada.
Guarde las cosas de mi maleta en el armario y luego me vestí con algo mas cómodo, una camiseta gris y unos pantalones negros que estaban un poco desgastados por lo viejo. Salí de mi habitación a las ocho de la noche y me dirigí hacia el jardín del frente del castillo donde me encontré (como me había dicho Catalina) con un laberinto de arboles en el cual yo me interne hasta que me llevo a un muy pequeño claro que estaba rodeado de variedades de flores, tenia rosas de todos los colores y también otras flores que no se me el nombre ni me importan, pero tengo que admitir que se veían muy geniales en ese lugar. En medio del pequeño claro se encontraba una mesa con dos asientos y unos platos llenos de comida, era langosta, no me acuerdo hace cuanto que no comía tan bien. En uno de los asientos se encontraba sentada Catalina que llevaba puesto un hermoso vestido color verde, muy simple pero que la hacía ver como una princesa sacada de un cuento de hadas. Me senté al frente de ella y le sonreí.
- Me hubieras avisado que esto era más formal, me hubiera vestido de una manera mucho más aceptable.- Catalina soltó unas risitas y sonrió dejando ver su hermosa dentadura totalmente blanca.
- No te dije nada porque sabía que no tenía caso. Con todo lo que te pones te vez sexy, es algo que me vuelve loca sobre ti.- Me sentí un poco incomodo por el cumplido pero al mismo tiempo feliz y confiado porque eso significaba de que ella me amaba. Bebí un poco de vino que estaba servido al frente del plato y me quede mirando los hermosos ojos azules de Catalina.- ¿Sabes que te amo? ¿No es cierto?- Me sorprendió un poco las preguntas que ella me había acabado de hacer y lo único que hice fue sonreírle levemente.
- ¿De qué hablas? Tú sabes que yo daría mi eternidad por ti, ¿no te acuerdas que una vez casi pago por amarte?- Ella bajo su mirada un poco llena de vergüenza pero de algo más que no alcanzaba a detectar por completo ¿Miedo? No lo ce.- ¿Qué te está pasando Catalina? Te noto más distante de lo normal, se que te pasa algo malo por tu comportamiento, te conozco.- Me quede inmóvil para que me dijera nada pero la única respuesta que obtuve por un tiempo fue el brillo de la luna con más intensidad que nunca que se reflejaba en los ojos de mi estrella.
- ¿Me prometerías que nunca me vas a dejar de amar?
- Ni aunque tú no me amaras, ni aunque por culpa de tus decisiones como reina destruyeras todo lo que más quiero. En este momento siento que el precio para tener tu amor es muy alto y que aun así lo pagaría, aunque fuera con el universo yo te lo entregaría en una cajita de plata.- La mire a los ojos preocupado por no saber qué era lo que estaba pasando.- Por favor, no estés callada y cuéntame. Te lo ruego, odio cuando me mantienen con la expectativa.- Duramos un gran rato en silencio, cruce como pude mis pies bajo la mesa y apoye mi cabeza sobre mi brazo. Trataba de averiguar que códigos tenía que descifrar de los que ella me estaba dando. Espere por un tiempo donde Catalina se la pasaba mirando las flores del jardín que estaban en su mejor estado hasta que se digno a hablarme aunque primero lo único que pudo hacer fue medio abrir sus hermosos labios carnosos.
- Grisel, creo que…. Creo que… que…- Se estaba trabando mucho y no me miraba a la cara. No creí que pudiera ser posible pero me preocupe aun más por mi preciosa Catalina. ¿Sera que me hiba a dejar por otro? No podía ser por las preguntas que me había formulado anteriormente ¿Pero entonces que sucedía? - ESTOY EMBARAZADA.- Dijo literalmente gritando y luego de lo nerviosa que estaba comenzó a respirar cortadamente y con mucho esfuerzo, note como su cuerpo temblaba y de su frente salían gotas de sudor. Yo no estaba asimilando la idea hasta que note que en realidad ella no estaba temblando, era yo el que estaba como una gelatina, y además ella no estaba sudando, solo que unas lagrimas en mis ojos la veían borrosa. No me pude mover del lugar en donde estaba. ¿Qué significaba lo que ella me estaba diciendo? ¿Qué estaba embarazada? ¿Qué significa eso? ¿De quién es el bebe?  Muchas preguntas estúpidas acudieron como un relámpago a mi mente la cual era la única que estaba reaccionando. ¿Hiba a ser padre? Cuando pude asimilar un poco esta nueva información sentí como de pronto mi corazón se golpeaba fuertemente contra mi pecho, pero no era de dolor ni de miedo, era algo mas completamente distinto. Era como… algo que nunca antes había sentido… ¿Felicidad? Si, era felicidad pero muy recargada por esa razón me sentía como si estuviera a punto de mutar en algo peor que mi figura de ángel.
- ¿Embarazada?- Pregunte yo tartamudeando. Sin poder evitarlo primero mis colmillos (Un poco más largos de lo normal y no quiero decir que soy un estúpido vampiro, simplemente tengo buena dentadura) se hicieron campo por mis labios hasta que todos mis dientes se pudieron ver. Creo que si alguien más estuviera en ese lugar diría que estaba abriendo la boca para comerme un sándwich gigante, cuando en realidad no cabía de la emoción. Me levante muy rápido y Catalina sorprendida levanto su mirada pero antes de que pudiera preguntar algo la abrace muy fuerte por los hombros pero luego mi abrazo fue más suave cuando recordé el porqué la abrazaba y me arrodille sin poder contenerme de la emoción: HIBA A SER PADRE.
- Grisel, tienes que calmarte, estas sudando y estas muy tenso, por favor tranquilízate.- Trate de hacerlo pero era como si me hubieran contado la mejor noticia de toda mi vida. Me sentía como si me hubieran contado que mi madre seguía viva- El bebe es tuyo, Grisel, estoy embarazada de ti, vamos a tener un hijo. Pues si tu quieres.
- ¿Qué si quiero criarlo? ¿Es que no vez mi expresión? ¡Catalina vamos a tener un maravilloso hijo!- Las palabras salían atropelladamente de mis labios, algunas creo que ni siquiera las pudo entender por la cara que hizo. Me agache un poco hasta que mi cara estuvo a la altura de su barriga que ya empezaba a agrandarse y la volví a abrazar. Ella con una sonrisa en sus labios de devolvió el abrazo, jugó con unos muy cortos mechones de mi cabello y me beso más de una vez la frente.
- Te amo Grisel.
- Yo también Catalina, y a ti también Junior.- Dije refiriéndome a la MUY pequeña pansa que le había salido (No sé a qué horas) a mi estrellita.
Estábamos allí hablando del tema cuando un guardia nos interrumpió a mitad de la noche diciendo que me buscaban: ¿Qué? ¿Quién tendrá el atrevimiento de buscar a alguien a media  noche? Me despedí momentáneamente de mi amada besándola en los labios y por el cuello y camine con paso decidido a las entradas del castillo donde un hombre alto y muy elegante me daba la espalda y miraba el jardín que se extendía alrededor del castillo.
- Buenas noches, ¿Quién es usted?- Le pregunte cortésmente pero con una gota de rabia por haberme separado de Catalina, el señor se volteo a mirarme y me dedico una escalofriante, pero natural, sonrisa.
- Hola Grisel, me contaron que te hospedabas aquí para poder ir a las celebraciones de el Gushtuñobe- Dijo el hombre que era en realidad nada más ni nada menos que el líder Stephan. De inmediato sentí como mis ojos quedaban como platos. ¿Qué carajos estaba haciendo él aquí?
- Stephan, que gusto encontrarte por aquí, si, tienes razón, me estaba quedando en este castillo para ir a las celebraciones, por fin me decidí a asistir a alguna, me gustaría saber cómo son.- Dije yo mintiéndole por completo. Él se dio cuenta de mi mentira y su sonrisa se volvió más grande.
- ¿Si? ¿Entonces porque no estás vestido adecuadamente para ir al festival? Porque si mal no recuerdo se celebra hoy.- Rayos, me atrapo con las manos en la masa.- ¿O es que en realidad estas casualmente en el castillo de la reina CATALINA por otro motivo?- Pregunto tratando de que el nombre de mi amor secreto sonara subrayado.
- De hecho no pensaba en irme de traje elegante, simplemente me hiba a ir de esta manera, de hecho ya me estaba dirigiendo a la salida.- Dije tratando de demostrarle que no podía estar conmigo porque ya me hiba.
- Oh. Qué casualidad porque yo también hiba directo al festival pero Sebastián me había contado que tú te habías venido al castillo para estar cerca de la celebración y así poder ir por primera vez. Entonces vamos juntos y hablamos de diversos temas. ¿O me estas engañando y en realidad no vas a ir a la plaza?- La última pregunta que formulo sonó como una advertencia, o peor, una amenaza porque su gesto había cambiado a uno totalmente serio y su mano apretaba mi hombro derecho. Trague saliva en seco, lo cual no lo hizo audible y tarde un poco en contestar.
- Claro que no me molesta líder, vamos.- Dije yo con un terrible sufrimiento en el alma, ¿Qué se supone que le hiba a decir a Catalina? La hiba a dejar sola después de semejante noticia, pero seguro que ella entendería porque si no hiba con el líder el podría sacarme para siempre de la base, o peor (por lo loco que era) podía culparme de traidor, no ce porque, no me pregunten, si quieren saber el porqué de su comportamiento pues pregúntenselo ustedes mismos. Cuando vean a un hombre alto de rasgos jóvenes pero de ojos viejos y marchitos vestido elegante de negro y con un enorme sombrero no duden en preguntarle por su actitud.
- Claro. Entonces vamos.- Su cara cambio a su natural sonrisa maliciosa y me empujo del brazo, casi arrastrándome a la salida.

Palabras de la autora: Creo que esta versión del capítulo es MUCHO MEJOR, si no les parece pues se pueden quedar con la otra versión del capítulo que les aseguro que no voy a borrar. Ahora que cambie un poco la historia se me hará más fácil sacar la novela adelante porque puedo inventarme más cosas. La verdad es que las cosas que yo hago funcionan si tienen que ver con amor, yo no puedo manejar en una historia estos sentimientos de decepción porque son los sentimientos más horribles de todos, la decepción en algunos casos es peor que la tristeza. Mañana tengo examen final de Física, por favor deséenme suerte, y si son religiosas recen por mi jajajaja. En cerio que necesitare ese apoyo porque cada vez que abro el cuaderno para estudiar me quedo dormida o me pongo a hacer cualquier otra cosa que no sea ver el cuaderno. (Lamento escribir todas estas cosas para las personas que solo les interesan la novela y no mi vida privada, lo entiendo, pero no se preocupen porque aquí voy a hablar de la novela):
Quiero recordarles que en el anterior libro ni Ald ni Hipólito murieron y les juro que (por haber dormido por fin ocho horas completas) pude inventarme un cuento súper interesante con eso, no se arrepentirán. Les digo un secreto: ¡No puedo aguantar por saber cómo será el hijo de Catalina y de Grisel! Estoy esperando a que la imagen de ese bebe salga en mi mente o que simplemente un día de desocupe comience a hacer garabatos y lo pueda dibujar.
Otra cosa que me gusta de este libro es que (Aunque suene aburrido) puede ser interminable porque es como toda la vida de estos personajes, aunque claro que en algún punto se tendrá que acabar la historia. Solo les puedo decir que cuando termine El jardín de las flores secas sacare otro blog, quizá con la opinión de Catalina o de otro personaje… Grx por el apoyo

1 comentario:

  1. Siii! que bueno que sacastes una Version 2 la 1 no m gusto :(, es que Gril se le fue el poco romantisismo que tenia, y lo odie :) mentira todavia me gustaba pero no tanto :) como antes, que bueno que lo hicistes, es como si me hubieras leido el pensamiento, estaba diciendo Flo por fa cambia ese capitulo no me gusto y ya esta lo cambiastes, me encanto este enserio lo amo, Gril volvio a ser el mismo tkm, ahhhh (que mucho hablo jeje XD)suerte en tu examen tkm que saques exelente :)

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