domingo, 10 de octubre de 2010

El jardin de las flores secas. Decima entrega

Capitulo 10
- ¡Maldito!- Grite tratando de soltarme de las cuerdas que me tenían amarrado, solo quería destrozar esos ojos oscuros que tanto habían hecho daño al mundo, pero cuando vi todos mis intentos fallidos ese hombre también lo noto y se rio como si nunca lo hubiera hecho en su vida miserable.
- Tranquilo Grisel, que no se alborote tu cerebro, bueno el que te queda si es que alguna vez tuviste uno.- Dijo él acercándose más a mi lado.- Y dime, ¿Cómo está Catalina?
- A ti que te importa sabandija.
- ¿Sabandija? Grisel, yo te estoy llamando por tu nombre, ¿Por qué no me llamas por el mio? No creo que sea bueno seguir con esta discusión si yo te digo Grisel y tu no me dices Ald ¿No te parece justo?- Lo pensé por un momento y a mi mente vino una muy buena respuesta.
- Lo lamento, tienes razón. No hay ningún nombre peor en el universo que el tuyo Ald, hasta creo que tu nombre ya se ha convertido en un insulto en varios países de la Tierra.- Vi como en sus ojos brillaba una pisca de desprecio y sonreí.
- Muy bien Grisel, veo que no has madurado en nada desde que te conoci. ¿O te esta haciendo algún daño al cerebro tu relación con Catalina? Seguro que es por culpa de esa prostituta.- No, no pudo haber dicho eso de Catalina. De pronto una fuerza de 500 hombres se apodero de mi y me volví como una especie de HULK pero de color normal. Me transforme en mi horrible forma de ángel la cual no tenía hace muchos años y rompí todas las cuerdas que me contenían en una silla de madera. Cuando menos pensé ya estaba saltando para reventar a Ald y destrozarlo por completo pero casi en un abrir y cerrar de ojos el ya se había convertido en demonio. Sus ojos habían incrementado de tamaño y ya no se hallaban rastros de pupilas en ellos, sus manos se habían convertido en algo sacado de una película de horror, eran largas, grandes y con unas inmensas uñas afiladas que pronunciaban una muerte segura y su cuerpo ahora era terrorífico, como el de un hombre lobo, encorvado y con músculos enormes.
Ald ataco por la derecha con su fuertísima mano y sin poder reaccionar yo me encontré rápidamente en el suelo con un demonio encima mío y una hermosa mujer viéndome pero ahora ella era diferente, sus ojos habían crecido, se le notaba mucho.
- Grisel, no te creas el astuto que en este lugar te podemos destrozar con un solo dedo.- Pronuncio Ald con una voz gutural, parecía un sonido traído de las entrañas del mismísimo infierno.- Recuerda que tu ni siquiera sabes donde estas y te aseguro que no es un buen lugar para un ángel así que vuélvete a transformar en humano.- Mire alrededor tratando de encontrar alguna otra alternativa pero Ald creo más presión en mi cuello lo que hizo que mi instinto de supervivencia actuara así que me transforme de nuevo en humano y al instante el hiso lo mismo.
Ald se levanto y le hizo señas a la mujer para que me volviera a atar con una soga. Cuando ya estaba en la misma situación de antes el demonio comenzó de nuevo a hablar.
- ¿En qué íbamos? O si, ¿Cómo esta Catalina? Respóndeme.- Ald se sentó al frente mío y me miro a los ojos como buscando algo, quizá respuestas de algo.
- Muy bien y no gracias a ti.- El se rio pero luego se quedo callado pensando en algo muy lejano que yo no entendía.
- ¿Pero enserio se encuentra bien?- El volvió a mirarme a los ojos y vi algo en sus pupilas pero ¿Qué era? Es imposible lo que estaba encontrando en sus profundos ojos parecidos a dos fosas comunes o dos agujeros negros.
- ¿Enserio te importa tanto?- Ald se quedo callado por un momento y no respondió.- No puedo creerlo Ald, ¿Tu estas enamorado de ella? ¿Después de que le hiciste tanto daño sin razón aparente? Eres un monstro.- El agacho la cabeza sin hacer ningún ruido y enterró su rostro entre sus palmas de las manos.
- Yo nunca quise hacerle daño. Solo quería ver si ella me quería tanto como para aceptar que yo estuviera enamorado de otra. Simplemente era una prueba.
- ¿Prueba? Más bien tú estabas jugando con ella, con sus sentimientos que es lo más frágil que puede tener un ser vivo. ¿Qué te pasa?- Casi le grite en lo que le estaba diciendo y el solamente no decía nada.
- Igual ¿A ti que te importa? Eso es algo personal. No te metas en lo que no te incumbe.
- Pero claro que me incumbe, por si no lo sabías Catalina y yo somos pareja, es más, estamos esperando un hijo. Es increíble todas las cosas que haces, pareces el mismísimo diablo para las personas de la Tierra.- Cuando pronuncie estas palabras el levanto su cabeza bruscamente buscando la atención de mis ojos.
- ¿Catalina está embarazada? Es imposible.- De pronto sentí algo en el aire que conocía muy bien, el sentimiento de un corazón cuando se rompe en miles de pedazos.- Es imposible Grisel, tu mientes.- Su rostro se volvió firme y frio, sentí como la rabia mas inmunda del universo se apoderaba de Ald sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo porque una parte de mi me pedía a gritos que lo parara porque esa rabia iba a ser muy peligrosa.
- Ald, tu tenias los ojos cerrados y ahora no te das cuenta que toda esta situación que tanto te aflige a sido culpa tuya. Pero ya es hora de despertar.
- Tu no me dices que hacer.- Dijo gritando y saliendo con  pasos fuertes del salón.- Agente 1, arregla mi nave, hoy partiré a mi mundo natal a buscar respuestas y quizá a buscar a una amiga conocida.- De repente entendí lo que Ald estaba diciendo.
- Ni se te ocurra tocar a Catalina, no te le acerques.
- Tu no podrás evitarlo.- Dijo con una voz careciente de emoción y salió de la habitación rápidamente. Lo único que pude hacer por el dolor que me causaba saber que mi amante y mi hijo iban a sufrir fue gritar, y lo hice con todas mis fuerzas.


PROV. CATALINA!!!!
Me encontraba sentada en el jardín simplemente esperando. Las constelaciones parecían haberse detenido para que la velada fuera todo un éxito con su leve luz. Me quede mirando las velas y espere, ¿Por qué Grisel no volvía? A mi mente llegaron diversas imágenes de mi amado huyendo del castillo por miedo de lo que podría pasar, ¿Y si en realidad el escapo de sus responsabilidades como padre? ¿Y si en verdad el no me ama tanto como para permanecer a mi lado?.
Decidí caminar por el inmenso jardín hasta llegar a la entrada del castillo donde di ordenes explicitas a todos mis guardianes de buscarlo, si la razón de que yo no encontraba a Grisel era porque él no quería estar más junto a mí el tendría que venir y decírmelo en la cara, no comportarse como una rata resbalando por todos los callejones de la ciudad.
Cuando ya les pedí ayuda a todos mis generales me quede solo con un capital del ejército, la ama de llaves y con mi guía de ropa. Decidí subir a mi recamara, todo esto que estaba pasando se me hacía muy extraño, hace ya una hora que Grisel no daba señas de vida o de muerte, simplemente había desaparecido como un fantasma.
Entre a mi habitación que me parecía la más hermosa del todo el castillo, yo la había modificado a mi antojo porque si me iban a obligar ser una reina no lo iba a desaprovechar. Camine hasta que me situé al frente de mi espejo de cuerpo completo y me vi, me encantaba el vestido que llevaba, me hacía sentir como una princesa del renacimiento o incluso de tiempos más antiguos.
- Estoy agotada.- Susurre para mí misma y con la luz apagada me desnude y me vestí con un delicado vestido para dormir que era blanco y me lance a la cama que era enorme y muy cómoda, a veces cuando nadie me veía o me escuchaba saltaba sobre ella, era muy divertido.
Me acosté con las cobijas cubriéndome y quede mirando la luna que desde mi ventana me saludaba con su luz tierna pero potente y yo sonreí.
- Estaba deseando sentirlo a mi alrededor,
sentir sus manos calientes en mi piel,
su respiración en mi nuca,
su sentir en mi alma, y todo su ser en mi cuerpo, y llegar a las nubes con mis dedos, su roce me hace estremecer, sus manos hacen palpitar mi corazón, su boca es mi tormento cuando no la tengo, yo no le pido nada y nada le pediré, solo quiero que esté bien, que no lo quiero perder, ni sus risas, ni su voz, ni su amistad, solo deseo con el estar, aunque no le pido la eternidad, ojala deje que sea su amiga, solo amistad, y que me deje soñar, jamás le pediré más.

Luna, guíalo en su camino, que con tu luz pueda regresar conmigo.-
Dije en un susurro, recordé cuando me habían enseñado a inventar poemas y me alegre por haber aprendido, con ellos podía decir lo que en verdad sentía mi alma.
Cuando mis parpados cansados estaban ya cayendo escuche un ruido proveniente de la ventana ¿Pero qué estaba pasando? Me levante y cuando corrí las delicadas cortinas me encontré con un espectro, peor, con un monstruo que había deseado olvidar hace mucho tiempo y grite del horror. Justo cuando corrí a poner el seguro a la ventana era demasiado tarde, Ald ya había entrado a la habitación.
- ¿Cómo?- Dije yo sorprendida y en un susurro porque del miedo mi voz no quería salir a flote.
- Hola princesa, me gustaría hablar contigo un rato pero antes…- Ald saco de un bolsillo interno de su chaqueta un puñal que conocía muy bien, lo mas recordable de ese puñal era su mango, completamente negro y con figuras talladas que no tenían sentido, a mi me parecía hermoso. Ald apoyo su puñal en mi garganta y se agacho un poco hasta que su cara quedo a la altura que mi cintura.
- ¿Qué haces? No me toques.- Esta vez había hablado gritando y tratando de que el por ningún motivo se acercara a mi vientre.
- Calla Catalina que no hare nada malo por ahora, solo calla y quédate inmóvil.- Su puñal me apretó mas el cuello haciendo que una línea diminuta de un liquido rojo oscuro resbalara por mi cuello hasta llegar a mi pecho. Ald toco mi vientre con su oreja y escucho. [¡No puede ser! Ahora va a descubrir lo que oculto en mí profundamente.  ] Me preguntaba qué pasaría si el descubriese que estaba embarazada, Ald era muy cambiante por lo tanto yo tenía muchas opciones y todas iguales de preocupantes. Después de unos minutos silenciosos, en los cuales yo no dejaba de tener un sudor frio característico del nerviosismo, el se levanto y me miro a los ojos guardando su arma blanca y luego con sus dos manos sosteniéndome el rostro.
- Así que era cierto. Mi Catalina embarazada de otro ser distinto a mí. Solo tengo una pregunta ¿Por qué?- Quede sorprendida, en sus ojos vi lo más inesperado que había pensado en toda mi vida ¿Amor? ¿El me continuaba amándome?
- Partiste mi alma en dos, lo único que hace tu recuerdo es quebrantar mi corazón. Jugaste conmigo y nunca más lo volverás a hacer. Tú fuiste el culpable. Que tonta fui, hace mucho tiempo por un minuto creí que te amaba tanto como para separarme de Grisel para siempre, no sé que me pasaba en ese momento pero te juro que no volverá a suceder. Tu solo eres tierra olvidada de todas la divinidades que pueden existir, hasta eres un marginado del propio dios de los espectros. ¿Cómo te atreves a pisar mi casa?- Pregunte gritando y llena de rabia por recordar todo lo que había sufrido por culpa del hombre que se encontraba con sus manos colocadas tiernamente en mis mejillas.- Solo queda en mi corazón odio y lo he estado guardando todo este tiempo para ti. Pero ahora que te veo a la cara me doy cuenta que ni siquiera vales la pena como para odiarte, uno no puede odiar a la nada.
Palabras de la autora: Off, no se ustedes pero me parece que esta súper interesante la historia. ¿Qué le estará pasando a Ald?, la verdad es que nadie lo comprende, en un momento está con el sentimiento más hermoso que puede existir en el universo y al segundo una fría e inhumana rabia, odio y cólera lo invade como los gusanos se atraen por los cuerpos muertos.
Espero que les haya gustado este capítulo, lo hice largo para que pudieran entretenerse un poco másJ. Recuerden que si necesitan cualquier respuesta a alguna duda pueden enviarme un mensaje a mi correo J yo estaré revisando si me envían algo o no.

2 comentarios:

  1. Ola Maldita!!!!
    jeje cm taz FLO cm siempre me guzto, se me hace romantisisimo XD, en conclusion me guzto, ese Ald en verdad me desconcierta <3 pero sigo prefiriendo a Gril XD, que dilema tengo :)

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  2. OkOk.....QUIEN RAYOS ES LA TIPA DEL VESTIDO ROJOO!!!! Si girsel se enamora de otro lo mato u.u

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