domingo, 26 de septiembre de 2010

El jardin de las flores secas. Septima entrega

Capitulo 7
Con la nueva información que había obtenido sobre mi familia y sobre todas las cosas que habían pasado decidí después de unos mese volver a ver a Catalina, la extrañaba y además tenía la excusa perfecta para dejar el trabajo por unos días que era la siguiente: El baile del Gushtuñobe.
Este baile es una celebración que se hace cada año en la capital en la cual le rinden tributo a los ángeles inmortales, como yo. Yo nunca voy a esa reunión porque me parece una actitud muy aprovechada de parte de algunos inmortales que piensan que por ser lo que son se convierten en una raza de sangre pura, o algo parecido. Será interesante ir por una vez a una celebración como esa, me pregunto cómo reaccionaran al verme en ese lugar, de seguro quedaran sorprendidos.
Entre a mi habitación la noche antes del viaje y arregle mi maleta, esta vez un poco más grande porque me hiba a quedar en el castillo por mucho más tiempo porque la celebración del Gushtuñobe duraba en total una semana y media. Guarde en mi mochila mis implementos personales incluyendo mi reproductor de música y unas navajas de las cuales nunca me separaba, eran totalmente negras con unos diseños de serpientes dibujados en relieve en el mango.
De esa manera al siguiente día partí de regreso al castillo, esta vez el viaje fue mucho más corto porque sentía como mis piernas daban pasos más amplios y rápidos por la urgencia que tenia de verme con mi amada. Cuando llegue al castillo los de seguridad me reconocieron de inmediato y me dejaron entrar. Pase más o menos trotando todo el jardín que se extendía a mis pies hasta que llegue al salón del trono donde se encontraba la reina.
- Catalina.- Dije yo con una enorme sonrisa que me llegaba hasta las orejas, en cerio creo que me veía muy mariquita, o peor muy drogado. Ella avanzo rápido hacia mí y nos fundimos en un eterno abrazo, ahora nos sentíamos completos, se notaba en el ambiente cuanto nos amábamos y necesitábamos.- ¿Porque los de seguridad no me preguntaron tantas cosas como la anterior vez?- Pregunte mirándola tiernamente a los ojos.
- Les pedí que te dejaran entrar cuando vinieras, que no era necesario dejarte esperar a la entrada del castillo.- Ella se alzo un poco de puntillas aun en mis brazos y me beso con ternura, cerre mis ojos complacido por el beso que siempre teníamos. En mi rostro apareció una media sonrisa picara y la mira a los ojos.
- Te extrañe mucho Catalina, no puedo creer que tenga la oportunidad en este momento de estar de nuevo junto a ti.- Jugamos rozándonos las narices y haciéndonos cosquillas con nuestras puntas de los dedos.
- Yo también te extrañe mucho, por esa razón he preparado algo muy especial para nosotros esta noche.
- Solo me podría imaginar una cosa que yo podría hacer en las noches con una mujer hermosa.- Ella se sonrojo y al mismo tiempo se rio.
- Que horribles son tus pensamientos atrevido.- Dijo aun riéndose un poco.- Hablaba de algo más normal, como una cena a la luz de la luna, al aire libre, con velas, vista a un claro.
- Totalmente perfecto.- Dije yo susurrándole al oído sabiendo las reacciones que le daban a ella cuando hacia ese gesto. Nos quedamos un rato muy corto hablando y luego Cata me condujo hasta un dormitorio de huéspedes que era más grande que el dormitorio en el cual había estado la anterior vez, pero tenía la misma decoración que el anterior. Ella me dio tiempo para acomodarme en el lugar y me mostro donde nos reuniríamos aquella noche para celebrar mi llegada.
Guarde las cosas de mi maleta en el armario y luego me vestí con algo mas cómodo, una camiseta gris y unos pantalones negros que estaban un poco desgastados por lo viejo. Salí de mi habitación a las ocho de la noche y me dirigí hacia el jardín del frente del castillo donde me encontré (como me había dicho Catalina) con un laberinto de arboles en el cual yo me interne hasta que me llevo a un muy pequeño claro que estaba rodeado de variedades de flores, tenia rosas de todos los colores y también otras flores que no se me el nombre ni me importan, pero tengo que admitir que se veían muy geniales en ese lugar. En medio del pequeño claro se encontraba una mesa con dos asientos y unos platos llenos de comida, era langosta, no me acuerdo hace cuanto que no comía tan bien. En uno de los asientos se encontraba sentada Catalina que llevaba puesto un hermoso vestido color verde, muy simple pero que la hacía ver como una princesa sacada de un cuento de hadas. Me senté al frente de ella y le sonreí.
- Me hubieras avisado que esto era más formal, me hubiera vestido de una manera mucho más aceptable.- Catalina soltó unas risitas y sonrió dejando ver su hermosa dentadura totalmente blanca.
- No te dije nada porque sabía que no tenía caso. Con todo lo que te pones te vez sexy, es algo que me vuelve loca sobre ti.- Me sentí un poco incomodo por el cumplido pero al mismo tiempo feliz y confiado porque eso significaba de que ella me amaba. Bebí un poco de vino que estaba servido al frente del plato y me quede mirando los hermosos ojos azules de Catalina.- ¿Sabes que te amo? ¿No es cierto?- Me sorprendió un poco las preguntas que ella me había acabado de hacer y lo único que hice fue sonreírle levemente.
- ¿De qué hablas? Tú sabes que yo daría mi eternidad por ti, ¿no te acuerdas que una vez casi pago por amarte?- Ella bajo su mirada un poco llena de vergüenza pero de algo más que no alcanzaba a detectar por completo ¿Miedo? No lo ce.- ¿Qué te está pasando Catalina? Te noto más distante de lo normal, se que te pasa algo malo por tu comportamiento, te conozco.
- ¿Me prometerías que nunca me vas a dejar de amar?
- Ni aunque tú no me amaras, ni aunque por culpa de tus decisiones como reina destruyeras todo lo que más quiero. En este momento siento que el precio para tener tu amor es muy alto y que aun así lo pagaría, aunque fuera con el universo yo te lo entregaría en una cajita de plata.- La mire a los ojos preocupado por no saber qué era lo que estaba pasando.- Por favor, no estés callada y cuéntame. Te lo ruego, odio cuando me mantienen con la expectativa.- Duramos un gran rato en silencio hasta que ella se digno a hablarme.
- Grisel, creo que…. Creo que… que…- Se estaba trabando mucho y no me miraba a la cara.- ESTOY EMBARAZADA.- Dijo literalmente gritando y luego de lo nerviosa que estaba comenzó a respirar cortadamente y con mucho esfuerzo, note como su cuerpo temblaba y de su frente salían gotas de sudor. Yo no estaba asimilando la idea hasta que note que en realidad ella no estaba temblando, era yo el que estaba como una gelatina, y además ella no estaba sudando, solo que unas lagrimas en mis ojos la veían borrosa. No me pude mover del lugar en donde estaba. ¿Qué significaba lo que ella me estaba diciendo? ¿Qué estaba embarazada? ¿Qué significa eso? ¿De quién es el bebe?  Muchas preguntas estúpidas acudieron como un relámpago a mi mente la cual era la única que estaba reaccionando pero solo me estaba llenando de dudas y de pesos de más. No podía hablar, no podía hacer nada, era como si el mundo se hubiera detenido y que esta vez yo no fuera el que estuviera detenido en el tiempo por ser inmortal, sino que el tiempo estuviera detenido por mi propia mente.
- ¿Embarazada?- Pregunte yo tartamudeando. No podía ser que me estuviera pasando esto a mi después de haber pasado muchos años en el colegio donde todos los malditos años nos hablaban de el tema de protección en el sexo y etc.… aun era muy joven para tener a un niño, yo no podía mantener algo así de pequeño, ¡son seres que piensan! - ¿De quién?- Fue la primera pregunta más estúpida que pude haber formulado en toda mi vida.
- Grisel, tienes que calmarte, estas sudando y estas muy tenso, por favor tranquilízate.- Trate de hacerlo pero era como si me hubieran lanzado agua tan fría que me hubiera congelado con ella.- El bebe es tuyo, Grisel, estoy embarazada de ti, vamos a tener un hijo. Pues si tu quieres.
- Yo… yo tengo que pensar… Catalina, discúlpame pero necesito espacio.- Dije yo retirándome del lugar lo más rápido que pude y encerrándome en mi habitación. Sin saber que hacer me recosté en mi cama y me tape con las cobijas deseando que lo que había pasado minutos antes se borrara de mi mente. Yo no podía tener un hijo, simplemente no estaba preparado para semejante responsabilidad, todo hiba a tornarse horrible después de que ese demonio naciera, tendría que esperar 18 años para poder tener de nuevo un minuto a solas con mi amada, ese bebe le hiba a quitar toda la atención de Catalina que tenía en mi. No más abrazos seguidos ni muestras de cariño. Todo se hiba a volver ruinas sin poder si quiera evitarlo.
Pensando todas estas estupideces me quede dormido de lo cansado que me encontraba, pero me desperté como tres horas después, era como media noche cuando abrí mis ojos un poco desorientado. Me encontraba aun con la camiseta gris y el pantalón negro. Me senté pensando en todo lo que había pasado y me di cuenta de que había actuado como un perfecto idiota. Lo que restaba de esa noche no pude dormir, me la pase pensando en toda la revelación que me había dicho Catalina. A las 11 de la mañana decidí salir de allí y disculparme por mi actitud a Catalina, porque yo no había regresado a la cena para hablar con ella. Camine por los pasillos desiertos y llegue más rápido de lo que quería a la sala del trono. Cuando entre vi a Catalina sentada al lado de una ventana mirando a la nada, de repente descubrí como una lagrima resbalaba por su mejilla y me acerque corriendo a ella.
- No llores amor mío que me lastimas el corazón a mí. Todo esto es mi culpa, lo lamento.- Le seque la lagrima con mis dedos y la bese.
- No, todo fue culpa mía, fui muy irresponsable, además tienes todo el derecho a decir que no quieres ser su padre, te entiendo perfectamente.- Nos abrazamos muy fuerte.
- Claro que no fue tu culpa. El único problema que hay en este momento es mi forma de actuar, actué como un estúpido pero tienes que entender que nunca pensé que hiba a pasar esto.- De repente vino a mi memoria la imagen que me había creado de una hija mía con Catalina y los ojos se me llenaron de lagrimas por el miedo. Creo que esta etapa fue la más difícil que he tenido en mi vida entera.

2 comentarios:

  1. Diiiiooos ...qe bueno esta esto ...pero....Continuala mas rapiido pleaseeee!!!! <3 Ily

    ResponderEliminar
  2. Me gusto el cap, pero la reacion de Gril no :9

    ResponderEliminar